“En una visita humanitaria que realizó la Veeduría Penitenciaria Nacional, VPN, encontraron 16 personas engrilletadas entre hombres y mujeres amarrados de las manos a un tubo de acero inoxidable desde el pasado 1 de julio. Se encuentran sentados en una banca de cemento día y noche, en las condiciones más inhumanas, teniendo en cuenta que así mismo tienen que dormir y pasar todo el tiempo al interior de la URI del búnker de la Fiscalía en Medellín.
Además, las condiciones son inhumanas, tienen una pésima alimentación y en algunos caso nadie les lleva o los visita.
Son 25 personas condenadas que deberían estar en establecimientos penitenciarios nacionales y no en unos calabozos totalmente hacinados.
Hay personas con orden de privación de la libertad domiciliaria con 18 días atrás y aún están en la URI de la Fiscalía.
Son 77 personas, aproximadamente, que se encuentran en los calabozos y son 15 extranjeros detenidos por hurto calificado
y agravado.
Está situación sigue siendo crítica y muy difícil porque afecta considerablemente la dignidad humana, los derechos humanos y constitucionales de hombres y mujeres privados de la libertad. Además, afecta sustancialmente el buen funcionamiento de la unidad de reacción inmediata de la Fiscalía la dignidad de los custodios de la policía nacional y funcionarios del CTI.
Se hace una claridad que no es culpa de la Fiscalía sino de la administración municipal porque no tienen una cárcel para sindicados, a pesar que la misma Corte Constitucional lo ha ordenado en varias ocasiones”.