Familiares y amigos le haceb luto a Rubén Elías Quenguan Marín, de 48 años, quien fue hallado sin vida en el lago del Ecoparque El Gaitero, en el municipio de Sopetrán, Occidente de Antioquia, luego de una noche que dejó más preguntas que respuestas.
Según el relato de su pareja, ambos habían llegado al sitio para acampar y pasar un fin de semana tranquilo. Pero todo cambió cuando al llegar la noche, Rubén salió solo a comprar una botella de ron y no volvió a regresar a la carpa.
Al amanecer, la comunidad encontró su cuerpo flotando en el lago. Con la ayuda de algunos visitantes, fue trasladado hasta la morgue de Sopetrán, donde la necropsia confirmó lo que su familia temía: no se trató de un accidente, sino de un homicidio.
“Tenía golpes por todo el cuerpo. No se cayó, a él lo mataron”, aseguró un familiar que viajó desde Medellín para reclamar el cuerpo.
Los allegados de Rubén creen que fue víctima de un atraco violento, presuntamente cometido por varios jóvenes que lo habrían golpeado para quitarle sus pertenencias y luego lo lanzaron al agua.
La familia denuncia además que en el ecoparque nadie les brindó ayuda ni acceso a los videos de seguridad, lo que ha aumentado la indignación y la sensación de abandono.
Mientras las autoridades investigan el caso, en Sopetrán crece la preocupación por la seguridad en los sitios turísticos de la región, que durante los fines de semana reciben a cientos de visitantes.
Rubén Elías Quenguan Marín, recordado como un hombre alegre y trabajador, perdió la vida en un lugar donde buscaba descansar. Hoy, su familia clama por justicia y por respuestas que el silencio de la administración del lago aún no revela.






