Dos jóvenes salieron en una motocicleta a hurtar dinero, joyas y celulares por las calles de la capital antioqueña. Cuando llegaron a la glorieta de la calle 10 con Guayabal intimidaron a los ocupantes de un vehículo con una pistola para hurtar las pertenencias.
Un escolta que pasaba por el lugar, se percató de lo sucedido y con una sonrisa nerviosa en su rostro, rápidamente y a toda velocidad, sacó su arma de dotación y la accionó.
Un amigo con el que iba el hoy finado, al escuchar los disparos, escapó con rumbo desconocido.
Autoridades investigan, paso a paso, los hechos y tratan de verificar mediante cámaras de seguridad las versiones de los testigos.