La calma de la tarde en el sector conocido como La Y de Primavera, en el municipio de Caldas (Antioquia), se rompió cuando varios patrulleros de la Policía rodearon a un joven que caminaba con paso tranquilo, pero nervioso.
El hombre, de apenas 26 años, no imaginaba que ese día terminaría esposado.
Su nombre: alias “Sebastián”, señalado por las autoridades como sicario del grupo delincuencial “Los Palmeños o Z”, una organización criminal que tiene tentáculos en el departamento del Chocó y que estaría detrás de múltiples homicidios en la región.
La Policía Nacional llevaba semanas siguiéndole los pasos. Su rostro ya figuraba en las bases de datos de inteligencia, y una orden judicial lo señalaba como responsable del asesinato de Levinson Aguilar Gómez, ocurrido el 15 de abril de este año en el Chocó.
Según fuentes del CTI, “Sebastián” sería uno de los gatilleros más activos del grupo, encargado de ejecutar los “trabajos” que ordenaban los cabecillas de la banda.
Durante los operativos de control, los uniformados detuvieron a varios motociclistas y peatones para verificar antecedentes. Cuando llegó el turno de “Sebastián”, el sistema marcó alerta roja: tenía orden de captura por homicidio y porte ilegal de armas.
No opuso resistencia. Sabía que lo habían pillado.
Esta banda, nacida en el Chocó, ha extendido su influencia a municipios del Suroeste antioqueño. Se dedican a ajustes de cuentas, tráfico de armas, extorsiones y control de rutas ilegales.
Alias “Sebastián”, según la Policía, sería el encargado de ejecutar los homicidios selectivos ordenados por la organización, por lo que su captura es considerada un golpe clave dentro de la Ofensiva Nacional contra el Multicrimen.
Alias “Sebastián” fue dejado a disposición de la Fiscalía General de la Nación, donde deberá responder por los delitos de homicidio y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego.
De ser hallado culpable, podría enfrentar una condena de hasta 37 años de prisión.
Algunos de sus vecinos de La Primavera comentaron:
“Lo veíamos pasar todos los días y nadie sospechaba quién era. Uno ya ni sabe quién tiene al lado”.
El caso de alias “Sebastián” se suma a una lista creciente de detenciones que buscan frenar el accionar violento de los grupos delincuenciales.
Una historia más que demuestra que, tarde o temprano, la justicia siempre llega.
