Durante casi un año, los investigadores de la Policía siguieron silenciosamente los pasos de un hombre que parecía intocable. Su nombre de pila poco importaba en los barrios del nororiente de Medellín: allí todos lo conocían como alias “Murdoc”, señalado coordinador del grupo delincuencial San Pablo.
Detrás de él se tejía un prontuario marcado por la violencia. Según las autoridades, estaría relacionado con al menos cinco homicidios, entre ellos el ocurrido el 12 de julio de 2024, cuando José Derian Vélez fue asesinado a tiros y un acompañante resultó herido. Cada crimen era una pieza más en el rompecabezas que armaron los investigadores de la Seccional de Investigación Criminal durante diez meses de trabajo: entrevistas, seguimientos y análisis de información que finalmente desembocaron en una orden de captura.
El allanamiento que lo sorprendió…
La madrugada de la operación, un equipo especializado llegó al nororiente de Medellín. Mientras la ciudad aún dormía, los uniformados irrumpieron en la vivienda donde se escondía “Murdoc”. No hubo tiempo para escapar. En el lugar fueron hallados un arma de fuego, cuatro proveedores, nueve cartuchos y más de 13 millones de pesos en efectivo. Todo quedó bajo cadena de custodia como evidencia en su contra.
El otro integrante notificado…
De manera simultánea, en la Estación de Policía Belén, otro integrante de la misma estructura fue notificado de nuevos cargos. Ya estaba privado de la libertad desde agosto de 2025, cuando fue sorprendido en flagrancia intentando robar a un Juez de la República. Su prontuario incluía extorsión, hurto, fuga de presos y porte de armas.
El fin de sus vuelos criminales…
Alias “Murdoc” fue presentado ante la Fiscalía General de la Nación y, tras las audiencias preliminares, recibió medida de aseguramiento en centro carcelario. Con ello, las autoridades cerraron un capítulo en la historia reciente de la criminalidad en Medellín.
El brigadier general William Castaño Ramos, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, destacó que este operativo representa un golpe directo a las estructuras multicrimen:
“Nuestra misión es clara: neutralizar a los cabecillas, frenar su accionar y proteger la vida de los ciudadanos. Alias ‘Murdoc’ no volverá a caminar libremente por las calles de Medellín”.
Así terminó la huida de un hombre que creyó que podía burlar a la justicia. Diez meses de paciencia, inteligencia y estrategia bastaron para que su nombre pasara de ser temido en las calles, a figurar en los expedientes judiciales como otro cabecilla tras las rejas.
