“Jorge Enrique González Parra volvió a su familia. Había desaparecido en abril de 2003 en los campos de Cocorná, Oriente de Antioquia. Su mamá, María Inés Parra, lo recordó en la entrega de sus restos, realizada en estos días de julio en Medellín por la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, como un “campesino que trabajaba en la agricultura, sembraba café, plátano, maíz y yuca” y “le gustaba la música, tocar la guitarra”.
En octubre de 2023, María Inés había podido enterrar a otro de sus hijos, Francisco Javier, también desaparecido, cuyos restos reposaban en el Cementerio Universal de Medellín. Continúan en ese universo de personas cuya suerte se desconoce —3152 en el Oriente de Antioquia— dos hijos más de María Inés: José Luis y Emilio.
Entre 1999 y 2003, cuando se les perdió el rastro a los muchachos González Parra, las guerrillas reclutaban a la fuerza, los paramilitares cobraban venganzas a cuenta de nada y los militares buscaban resultados a como diera lugar. Los cuerpos de los caídos y asesinados en el Oriente antioqueño iban a parar a los cementerios locales, sepultados como NN, sin que sus parientes llegaran a saberlo.
Jorge Enrique estaba enterrado con ese rótulo en el cementerio Panteón de la Colina de Rionegro, donde en marzo de este año la UBPD hizo una intervención en la que recuperó 19 cuerpos y recibió decenas de solicitudes de búsqueda. Él es el primero en ser identificado plenamente y entregado a sus familiares.
Para María Inés, hallar los cuerpos de sus hijos con la garantía de las instituciones del Estado, poder identificarlos y luego acogerlos en una sepultura amorosa son su aliciente y también su esperanza.
Si alguien tiene información de más personas desaparecidas o si considera que su familiar desaparecido podría estar en el cementerio de Rionegro o tiene información para aportar a la búsqueda, por favor, comunicarse al número celular 316 282 3206 o al correo servicioalciudadano@unidadbusqueda.gov.co.
La información será confidencial”.
#Fotinfo: Margarita Isaza- UBPD #Hacememoria