Un joven, con cara de ángel, hurtó más dos millones de pesos de un prestigioso negocio en el Centro Comercial Florida. Los hechos presentaron, en la hora “fría”, donde había poca gente, la persona encargada del lugar donde venden comida típica aprovechó para ir a la cocina.
Cuando salió, luego de 5 minutos, vio que las ganancias habían desaparecido misteriosamente de la caja registradora y fue cuando llamó a su jefe para que revisara las cámaras de seguridad.
Autoridades investigan, paso a paso, los hechos y tratan de identificar a los chicos que aprovechan el descuido de los empleados para hurtar sus celulares, dinero y joyas.
